Los cánceres más frecuentes en Estados Unidos incluyen el de mama, el de pulmón, el colorrectal y el de la piel (melanoma). Sin embargo, los cánceres menos frecuentes pueden ser igual de graves. Los cánceres de cabeza y cuello, por ejemplo, son casi el 4% de todos los cánceres en Estados Unidos y afectan a decenas de miles de personas a nivel mundial.

El término cáncer de cabeza y cuello se refiere a un grupo de cánceres que empiezan en los senos paranasales, la nariz, la boca, la garganta, la laringe, los labios y las glándulas salivales. El consumo de tabaco, alcohol y el virus del papiloma humano (VPH) son los factores de riesgo principales de los cánceres de cabeza y cuello.

También es significativamente más frecuente en hombres que en mujeres y en personas de raza negra que en personas de raza blanca. Cuando se detectan en forma temprana, muchos cánceres de cabeza y cuello pueden curarse, pero a veces es posible prevenirlos antes de que ocurran.

Aquí encontrarás siete formas que son útiles para reducir tu riesgo de cánceres de cabeza y cuello.

1. No fumes ni uses productos derivados del tabaco

Usar productos derivados del tabaco, tales como cigarrillos y tabaco masticable, puede incrementar significativamente tu riesgo de cánceres de cabeza y cuello. De hecho, fumar y usar tabaco es el factor de riesgo más importante para este grupo de cánceres. Hasta el 80% de los cánceres de cabeza y cuello están relacionados con el uso del tabaco. No solo que debes dejar de fumar, sino que deberías dejar de usar todos los productos derivados del tabaco, incluyendo puros, pipas y rapé.

Personas con antecedentes de cánceres de cabeza y cuello también deberían evitar cualquier exposición a tabaquismo pasivo durante remisiones. Algunas investigaciones sugieren que el tabaquismo pasivo puede afectar sus tasas de recurrencia y de supervivencia.

2. Limita tu consumo de alcohol

Al igual que el tabaco, el alcohol puede causar cáncer y es un factor de riesgo conocido de los cánceres de cabeza y cuello. También es un factor de riesgo importante para la recurrencia de los sobrevivientes.

El riesgo aumenta a medida que bebes, así que es posible reducir tu riesgo dejando de tomar o tomando con moderación. Eso es hasta una bebida alcohólica al día para las mujeres.

3. Obtén la vacuna del VPH

El VPH es una infección viral común. También es un factor de riesgo para varios cánceres, incluyendo los cánceres de cabeza y cuello que empiezan en la parte posterior de la garganta.

Las vacunas contra el VPH pueden prevenir infecciones orales del VPH, lo cual podría reducir ciertos cánceres de cabeza y cuello, tales como cánceres de la garganta y de la parte posterior de la boca. Puesto que el VPH es uno de los tres factores de riesgo más importantes para los cánceres de cabeza y cuello, junto con el consumo de tabaco y alcohol, habla con un profesional de atención médica acerca de cómo la vacunación contra el VPH podría reducir tu riesgo

Mira: Cómo hablar con tu proveedor de atención médica acerca de recibir la vacuna contra el VPH durante la adultez>>

4. Implementa una práctica apropiada de protección solar

Algunos cánceres que ocurren en la cabeza y cuello empiezan en los labios. Así que demasiada exposición a radiación ultravioleta (UV) podría incrementar el riesgo de desarrollar cánceres de labios en la cabeza y cuello. Algunas estrategias para reducir el riesgo de cánceres de cabeza y cuello incluyen aplicar protección solar en los labios, usar sombreros con alas anchas y evitar camas de bronceado.

5. Reducir la exposición a toxinas en entornos ocupacionales

Hay una conexión entre los cánceres de cabeza y cuello y algunas ocupaciones. Cocineros, limpiadores y pintores podrían tener un mayor riesgo debido a las toxinas en sus espacios de trabajo. Sin embargo, tomar algunas precauciones, tales como utilizar equipos de protección personal (EPP) apropiados, podría ser útil para reducir los riesgos. Si tienes dudas acerca de tu riesgo de exposición en el trabajo, habla con tu supervisor o con un representante de RR.HH. Si sientes que no te escuchan, considera presentar una queja ante la OSHA [Administración de seguridad y salud ocupacional].

6. Agenda consultas dentales anuales para examinaciones de rutina

Puesto que algunos cánceres de cabeza y cuello empiezan en la boca, es importante implementar un cuidado oral apropiado. Esto incluye cuidados en el hogar, tales como cepillar tus dientes y usar hilo dental, así como consultas dentales de rutina. No hay pruebas de examinación de rutina para los cánceres de cabeza y cuello, pero tu dentista podría buscar lesiones cancerosas en la boca durante las consultas de rutina.

En general, se recomienda agendar una evaluación dental una o dos veces al año. Estas consultas podrían estar cubiertas por tu plan privado de atención médica, pero el seguro dental no está incluido en todos los planes que se ofrecen bajo la ley de asistencia sanitaria asequible (ACA, por sus siglas en inglés). Podrías encontrar servicios dentales gratuitos o de bajo costo cerca. Las clínicas dentales móviles a veces también son un recurso para áreas con atención insuficiente.

7. Pregunta a un profesional de atención médica acerca de examinaciones

La detección en forma temprana de un cáncer de cabeza y cuello podría incrementar tu tasa de supervivencia, pero no hay pautas oficiales para examinaciones de rutina. Actualmente se están realizando más investigaciones para determinar si las examinaciones pueden prevenir muertes por cáncer de cabeza y cuello.

Por ahora, deberías evaluar tu riesgo de cánceres de cabeza y cuello. Si tienes riesgo, pregunta a un proveedor de atención médica en qué forma puedes tener acceso a una examinación.


Este recurso educativo se preparó con el apoyo de Merck.

This article was originally published on healthywomen.org.